lunes, 31 de enero de 2011

Cuando no hay solución, el problema no existe

"CUANDO NO HAY SOLUCIÓN, 
EL PROBLEMA NO EXISTE"

En una primera lectura podríamos interpretar este enunciado como una elusión en boca de un traje de chaqueta  mientras se sacude el polvo de la culpabilidad de las manos.Y de hecho, no sería la primera vez.
Pero al realizar una segunda lectura, alejándonos de la primera impresión dudosamente evidente, alcanzaremos nuevas percepciones de la misma frase, en un ejercicio de abogacía del diablo pensarán algunos. Y es que esta sentencia puede interpretarse de una forma mucho más positiva, sin recaer en las tendencias naif, ni situar nuestras percepciones en las horizontal sobre la que deben situarse nuestros pies.
Un problema es algo a lo que intentas buscar solución, si no la tiene, entonces no será un problema, será otra cosa. De hecho, el Diccionario de la RAE, así lo determina en varias acepciones de la palabra "problema":
1. m. Cuestión que se trata de aclarar.
2. m. Proposición o dificultad de solución dudosa. 
5. m. Planteamiento de una situación cuya respuesta desconocida debe obtenerse a través de métodos científicos.
Diferente es cuando se interpreta como una evasión de las responsabilidades ante un problema porque no se encuentra una solución adecuada. Reiteración pues, de la sacudida de culpabilidad antes mencionada.
Si todavía no se ve claro, o no se comparte la visión, apuntar que para intentar llegar al fondo de la cuestión deberemos despojarnos de las teorías filosóficas, las normas convencionales, y sobre todo de las ataduras mentales que nos llevan a mirar con orejeras a las circunstancias que se nos plantean.
Sigamos pues, con el desarrollo. Quizá se vislumbre algo de lucidez lumínica, no mental, en la interpretación eliminando la negación. Las negaciones absolutas no gustan. Bien. Quitémosla y cambiemos en pro de una mejor interpretación de nuestra oración en cuestión, para pasar a decir que "sólo hay solución si existe un problema" ¿mejoraría? Pareciera incluso que la lógica de esta sentencia es mayor o, dicho sea también, existente frente a la sentencia inicialmente propuesta.
La solución deriva de un problema que hay que resolver previo, por tanto si se encuentra una solución, será porque había un problema preexistente. Por ello quizá afirme el ánimo popular que "todos los problemas tienen solución", principio, que en último término afirmaría tanto el enunciado negativo como el positivo expuesto de problema-solución.
De todos modos, y dejando de lado las definiciones, así como las vueltas de tuerca, decir "cuando no hay solución el problema no existe", no  es un argumento absoluto o elusivo, simplemente, desde un punto casi irreverente y totalmente irónico, intenta cambiar el prisma de la negatividad causada por la impotencia.
Quizá no siempre se halle una solución al problema concreto, pero sí a las consecuencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario